Peñarol debutó con una paliza clásica en el arranque de la Liga Uruguaya de Básquetbol

15/10/25
Andrés López

No hay mejor manera de comenzar una liga que con un clásico, y Peñarol tuvo el debut soñado. En la reanudación del partido que había sido suspendido en el primer cuarto, el equipo dirigido por Leandro García Morales aplastó al de Álvaro Ponce con una actuación que rozó la perfección y que marca el inicio de una temporada con ilusiones renovadas.

triunfazo

Una noche que fue toda aurinegra

El encuentro, disputado en el Polideportivo del Gran Parque Central, mostró desde el arranque una diferencia abismal entre los dos equipos.
Mientras los tricolores se vieron desorientados, sin claridad y con sus figuras principales completamente apagadas, el Carbonero impuso ritmo, intensidad y jerarquía en cada rincón de la cancha.

El dolor de cabeza para el albo comenzó el viernes con la lesión de Ernesto Oglivie, pero lo peor llegó en la reanudación: un funcionamiento colectivo caótico, pérdidas constantes y una alarmante falta de ideas. James Feldeine y Luciano Parodi, pilares del título anterior, nunca encontraron el aro, mientras que Patricio Prieto se complicó rápido con faltas. En definitiva, Nacional fue una sombra del campeón defensor.

Véscovi, un debut de ensueño

El gran protagonista de la noche fue Santiago Véscovi, quien tuvo un estreno profesional espectacular en suelo uruguayo.
El exjugador universitario en Estados Unidos se despachó con 30 puntos, siendo el máximo anotador del partido y el motor de un Peñarol que dominó de principio a fin.

A su gran actuación se sumaron las sólidas presentaciones de Greg Whittington y Andrés Ibarguen, dos extranjeros que aportaron presencia física, rebote y energía en ambos costados de la cancha.
El equipo de García Morales fue intenso, dinámico y letal en transición. Cada pérdida rival se transformó en puntos aurinegros, y la diferencia creció cuarto a cuarto hasta volverse irremontable.

Paliza y mensaje

En el tercer cuarto se quebró definitivamente el partido. Peñarol sacó 25 puntos de ventaja y llegó a estirar la diferencia a 30 sobre el cierre.
El 87-62 final fue una muestra de autoridad, un golpe de esos que se sienten, y más cuando se trata de un clásico.

Peñarol no solo arrancó la Liga Uruguaya 2025/26 con un triunfo contundente, sino que además cortó una racha negativa en los clásicos, recuperando sensaciones, confianza y dejando claro que este año va por todo.

Para los de La Blanqueada, la única buena noticia es que el campeonato recién empieza. Para Peñarol, en cambio, la noche fue una fiesta completa: victoria, exhibición y una declaración de intenciones.