¿Cuánto le costaron a Peñarol los 25 minutos de Gastón Silva? Un repaso por algunas de las peores decisiones de la era Ruglio
- 24/07/25
- Andrés López
El defensor uruguayo jugó apenas 25 minutos oficiales con la camiseta mirasol, en lo que puede calificarse sin exageración como uno de los negocios más absurdos que encaró el club en los últimos años.
Silva debutó el 18 de mayo contra Montevideo City Torque en la última fecha del Torneo Apertura, luego de haber entrado fugazmente el 27 de abril frente a Cerro en un partido que fue suspendido casi de inmediato por graves incidentes en la tribuna. La imagen de Diego Aguirre riéndose en conferencia tras ser consultado por ese insólito debut (“un debut inolvidable”) fue elocuente.
Más allá del tono liviano del entrenador, lo cierto es que el caso de Silva no da para risa. Llegó en enero tras seis meses prácticamente sin actividad en Puebla, con claros signos de falta de ritmo y forma física. Cuando finalmente estaba por ponerse a tono, se lesionó. Nunca logró recuperar terreno.
¿El costo? Según fuentes consultadas por el suplemento Referí de El Observador, su salario ronda los US$ 25.000 mensuales, lo que representa un total de US$ 150.000 por seis meses. A razón de 25 minutos jugados, eso da un promedio de US$ 6.000 por cada minuto en cancha.
Una cifra escandalosa para un club que, si bien está ordenado económicamente, no nada en abundancia y que constantemente pide esfuerzos a sus hinchas y socios. Quedan aún 6 meses más de contrato lo que pueden hacer que este negocio sea aún más ruinoso, ya que, según fuentes del club Silva habría pedido que se le pague todo el contrato para rescindir.
Sin embargo, Silva no fue el único papelón. En julio de 2022, Peñarol contrató al ecuatoriano Billy Arce, quien se fue sin pena ni gloria después de disputar 24 minutos entre dos partidos (Fénix y Deportivo Maldonado). En 2023, se repitió la historia con Diego Rolan, otro nombre con trayectoria internacional que llegó fuera de forma, sin ritmo competitivo, y cuya contratación se dilató innecesariamente hasta el cierre del período de pases, para terminar siendo un rotundo fiasco.
Casos como estos no hacen más que poner en tela de juicio el criterio deportivo de la gestión de Ruglio, que no solo acumula errores, sino que los repite. Y en el caso de Silva, hay una doble responsabilidad: Diego Aguirre, además de entrenador, es el director deportivo del club desde enero de 2024.